Un secreto mágico oculto en el centro histórico de Úbeda, la historia y el proyecto arqueológico de un mecenas del siglo XXI, don Fernando Crespo.
El pasado fin de semana, con ocasión de la boda de unos queridos amigos íntimos, Peter Jacobsen y la señora de Jacobsen (doña Laura Raya Plazas) visitamos Úbeda, ciudad jienense y Patrimonio de la Humanidad, que junto con la localidad vecina Baeza, conforman un Patrimonio Artístico más importante que el de algunos países.
En Úbeda descubrimos una sinagoga de reciente descubrimiento apenas, encontrada en el siglo XXI: “La sinagoga del Agua”.
Es difícil que un monumento, en este caso pequeño, entre en juego con el enorme patrimonio monumental de Úbeda y Baeza, y tome relevancia. No obstante, su encanto, la energía del lugar, las aventuras y desventuras de su historia y su singularidad hacen que merezca la pena su visita y la difusión de su existencia, de su restauración, hallazgo y características.
Así, esta maravillosa historia comienza en el año 2007, cuando el empresario constructor, don Fernando Crespo Valenzuela, adquiere tres casas en el casco viejo, casi esquina a la calle Real de Úbeda, para demolerlas y construir unos apartamentos en su lugar.
Como quiera que la labor de demolición debía de realizarse a mano por la dificultad que las callejuelas donde se ubicaban las casas entrañaban y dado el interés arqueológico y el alma de coleccionista de don Fernando, esa labor de desescombro y demolición se hizo de forma manual y fueron sacando algunos objetos que dieron la señal de alarma, por las pistas que capa a capa, piedra a piedra, arco a arco y objeto a objeto pusieron a don Fernando Crespo y a su equipo en la búsqueda del descubrimiento de esta sinagoga del siglo XIII, de bellísima factura y conocida como la sinagoga del agua, por la existencia de SIETE POZOS, de los que cuatro están secos y otros tres siguen funcionando.
La existencia y coexistencia del pueblo judío en Jaén viene de tiempos inmemoriales, de cuando el reino visigodo imperaba en España, a principios del siglo VII (año 619), casi un siglo antes de la invasión musulmana a la Península.
Así, la sala de los testigos, la sala de las tres culturas, el paso del mundo terrenal al sobrenatural por la muerte del alma, con su maravilloso arco oficial en piedra, el baño o Mikveh, la sala de las Tinajas o la sala del compromiso, su luz, su magia, sus columnas, con dibujos de palmera en sus capiteles harán de vuestra visita un momento mágico.
Por muchas razones, entre ellas la falta de documentación por la inexistencia de archivos (se incendiaron los anteriores al siglo XIX) y otros más han convertido a don Fernando Crespo y a su familia en un Medici, en un Mecenas de este siglo de las ciencias, habiendo comprometido en este proyecto su alma, su corazón y su fortuna.
Desde aquí un brindis por este gran hombre, por su familia, su obra, su coraje y su amor por la arqueología, la verdad, la cultura, la historia, el arte y la tradición.
Estos son los grandes hombres y no otros, de estas hazañas de hombres y familias, que sin apoyo institucional y guiados por amor al arte y en plena crisis económica, han rehabilitado y reconstruido para todos una pieza de altísimo valor de nuestro pasado rescatándola de las entrañas de la tierra y del olvido, ni más ni menos que una sinagoga del siglo XIII. Solo hay seis en España de esta época y estas características.
Os invito a visitar Úbeda y Baeza y además la sinagoga del Agua.
Sinagoga del agua
c/ Roque Rojas nº, 2
23400 Úbeda, Jaén
Tel.: +34 953 758150
P.D.: hay visitas todos los días. Organizan también visitas de grupos. Las visitas son todas guiadas y el precio es de unos 4 euros por persona. Imperdonable no visitarlo.