Como todos los años, siempre que el tiempo, los viajes y el devenir de la vida lo permite, visito la Feria del Libro, casi siempre al final o al principio. Este año tocó al final.
Si ya pasear entre libros y libreros es un auténtico placer, hacerlo en ese magnífico marco del Parque del Retiro multiplica ese goce, a ser posible a primera hora del día o a última hora de la tarde. No obstante casi siempre agoto las horas de puesto en puesto, comprando toneladas de libros que luego no sé cómo transporto, pero siempre lo hago.
Este año descubrimos mi amada Txusa y yo un maravilloso lugar recién abierto, Casa de Fieras, de unos navarros de Pamplona encantadores a la par que serviciales y muy serios en lo que a “comercio” y “bebercio” se refiere, buenos caldos navarros y de otros lugares, originales, frescos, ricos y agradables al paladar.
Con esas texturas modernas y de siempre, el lugar combina mesas de azulejo con tubos de fábrica lacados, combinando el magnífico aire acondicionado y paredes lisas con suelos de madrea y muros de ladrillo visto y carpintería de madera tradicional.
Los espárragos de Tudela, blancos, de la huerta, enormemente tiernos son una delicia, así como las alcachofas, la carrilera, la chistorra, el gazpacho, los postres, las verduras y el ambiente.
Toda una agradable sorpresa. Lugar a visitar y probar y muy bien de precio.
¡Lo recomiendo con libro a ser posible, aunque sin libro también vale!
Abogado, politólogo, bibliófilo, coleccionista y viajero 